lunes, 8 de septiembre de 2014

EL TRABAJO DE LAS CELULAS

Armando Manzanero hizo famosa la canción “Parece que fue ayer”, y la verdad es que parece que fue ayer cuando comenzamos la Fraternidad Cristiana, yo era joven y con un sueño grande de poder establecer en Guatemala una iglesia como la que tenemos, una congregación que no dependiera del extranjero en sus finanzas, una congregación que tuviera liderazgo autóctono, una congregación que se convirtiera en un modelo para Latinoamérica y Dios nos ha permitido alcanzar estas tres premisas y no solo de Latinoamérica vienen y admiran lo que Dios ha hecho con nosotros sino que de otras partes del mundo, han venido de Corea para ver y lanzarse ellos a construir sus proyectos. Dios nos ha permitido llegar hasta este lugar. De lunes a viernes teníamos reuniones en casas, los domingos nos reuníamos en el Hotel Guatemala Fiesta, pero por las noches estábamos en las casas de varios de los primeros miembros de la congregación. Ellos invitaban a sus amigos y ahí estábamos mi esposa y yo como líderes de esas células, enseñando la Palabra, enseñándoles a adorar, enseñándoles los rudimentos de la Palabra del Señor.

Poco a poco fuimos poniendo en práctica lo que los seminarios de administración bíblica nos enseñan. El Libro de Éxodo dice que Moisés pastoreaba a Israel, pero lo hacía solo. Llegó su suegro Jetro y le dijo que estaba desde el amanecer hasta el anochecer tratando con cada una de las personas, que así se iba a matar y destruir al pueblo, porque no habría quién lo atendiera. Así que enseñó lo básico de la administración: selección de personal, capacitación de personal, delegación de personal y supervisión de personal.

En la Biblia se encuentra todo lo que se necesita para una empresa y también la iglesia. Así que Jetro le dijo: escoge a jefes de mil, jefes de quinientos, jefes de cien, jefes de cincuenta y distribúyelos de manera que ellos atiendan las necesidades del pueblo y tú asume aquellos que verdaderamente ellos no puedan resolver. Es la única manera de poder llegar a tener una iglesia grande y a la vez pequeña. La gente piensa que en esta multitud se pierde, pero no es cierto, estamos preparados para atenderlo, para ayudarlo. La semana pasada vimos que las células proveen de comunión extra iglesia y extra célula. Usted viene solo de algún país o del interior de la nación, aquí va a encontrar amigos, pero la mejor manera de hacer amigos nuevos es ser parte de una célula, ahí se va a encontrar con gente del Barsa y gente del Real, esa es una de las maneras en que ejercitamos el amor mutuo. Usted va a amar a los del Real aunque sea del Barsa y si es de los rojos no importa que los hayan dejado 7-3, ahí va a recibir consuelo, ahí va a recibir ánimo y un pecho sobre quien llorar. ¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía! Dice el Salmo 133, y eso ocurre en las células.

La semana pasada vimos también que las células promueven un evangelismo amistoso. Un evangelismo en el que primero se desarrolla una amistad con una persona y después se le comparte la fe. Es importante que se aproveche el círculo de amigos que tiene, el círculo de compañeros de trabajo, de estudio y allí puede compartir su fe de una manera amigable. Oiga la prédica de la semana pasada para ver por qué no hay que ir con los amigos y agarrarlos a bibliazos, hay que hablarles con amor.

En tercer lugar, las células proveen de un discipulado efectivo, es decir, al haber un grupo pequeño es más fácil notar que alguien faltó, si son solo diez, quince, veinte, pues es más fácil notar que no vino doña Susana, hay que llamarla y saber por qué no vino. Tal vez el marido le impuso manos y la golpeó, entonces hay que orar para que el Señor cambie a su marido. Ahí se dan cuenta de lo que pasa en cada persona.

Un discipulado efectivo, cuando alguien se convierte acá, les pedimos que pase a la Sala, allí vamos a tomar sus datos, vamos a conectarlo con una célula y con alguien para que le ayude en su crecimiento como discípulo, para que no se pierda, tenemos no solo que dar mucho fruto sino que debemos hacer que el fruto permanezca y la mejor manera de hacer que permanezca es conectándolo inmediatamente a un célula, para que ahí empiece a aprender de otros que ya tienen más tiempo en los caminos del Señor. Ahí le asignarán a otro hermano mayor, a veces tendrá a varios hermanos mayores, si usted es huérfano va a encontrar buenos papás, hay algunos que hacen las veces de papá y de mamá, con gusto lo van a regañar, con gusto lo va a guiar, con gusto lo van a exhortar y haremos de esa manera que el fruto permanezca.

Pero veamos hoy dos elementos más de las células. Uno, que provee una capacitación bíblica permanente. La gente necesita conocer de la Palabra de Dios. Una de las prácticas desde el principio de nuestras células ha sido enseñarle al nuevo creyente que en la Biblia existe desde el inicio un índice y ahí están todos los libros de la Biblia y a la par de cada libro está la abreviatura y a la par de cada abreviatura está el número de la página en la que se encuentra, eso es elemental.

En cuanto al libro de Miqueas, búsquelo en el índice. Tenemos que enseñarle qué es un capítulo, qué es un versículo, la Biblia originalmente no tenía ni capítulos ni versículos, pero hay que enseñarle qué es un capítulo, qué es un versículo, por qué tiene unas llamadas de atención, por qué tiene algunas notas. Todo eso usted ya lo maneja muy bien, pero si no lo maneja muy bien y tiene veinte años de venir a la Fráter, vaya a una célula, ahí le van a enseñar, ahí lo van a inscribir en la Facultad de Liderazgo, ahí va a aprender permanentemente lo que enseña la Biblia. Todas las semanas abrimos la Biblia por las casas y estudiamos la Palabra de Dios, en la células se estudia durante tres meses temas bíblicos, aplicables a toda persona y luego se estudian tres meses sobre temas específicos aplicables a las necesidades específicas del tipo de células, porque tenemos células para jóvenes, mujeres, matrimonias, familiares, inclusive ahora tenemos lo que llamamos Desayunos de Desarrollo Integral, hay veinte grupos que funcionan en restaurantes, solo para hombres. Ahí llegan todos los que han sido expulsados de sus casas, los que han sido abandonados por su mujer, divorciados y los felizmente casados para ayudar a los que no lo están. Aproveche en el Centro de Información le dicen dónde están esos Desayunos de Desarrollo Integral.

2 Timoteo 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios. Eso es básico para nosotros, porque el mensaje se origina en Dios, es aplicable a toda la humanidad en cualquier tiempo de la historia y porque es dada a través de hombres sin pasar por alto su cultura, sus idioma, su personalidad y su historia. Debemos de interpretarla tanto en su contexto literario como en su contexto histórico, eso es lo que hacemos en las células. La Biblia enseña, reprende, corrige e instruye en la justicia de Dios. La Biblia capacita a todo siervo de Dios para toda buena obra, dice 2 Timoteo 3:­16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra. Usted quiere estar enteramente capacitado para buena obra, conozca la Biblia, está bien que usted sea un licenciado en química, eso le sirve para ganarse la vida, pero necesita capacitarse para toda buena obra y para eso, conocer la Palabra de Dios, es esencial, ahí aprenderá cómo ser un buen padre, a ser una buena madre, a cómo ser un buen hijo, cómo ser buena nuera y como ser buena suegra, llévela a la célula, van a aprender todos. Las células proveen de una capacitación bíblica permanente. Por eso anhelamos que todos los miembros de La Fráter sean parte de una célula.

Quinto elemento importante de las células. En la célula se da un pastoreo personalizado, eso quiere decir que usted tiene alguien que lo va a pastorear personalmente. Cuando empezamos la Fráter, quien pastoreaba personalmente a todos los miembros de la iglesia se llamaba Jorge H. López, él recibía a cada uno, atendía a cada uno, oía a cada uno, hay algunos que pastoreaba en aquel entonces y sobreviven. Llega un momento en el que le pasa a uno las de Moisés, eran tantos que no se daba abasto. Ahora tenemos tantos funerales que no puedo ir a todos, tantas bodas que no puedo hacerlas todas, tantos enfermos que no puedo visitar a todos.

En una ocasión me dijeron, Pastor podría visitar a mi mamá que está muy enferma. Dije que sí, me dieron la tarjetita, me la metí en la bolsa. Como a la semana me acordé. Llamé a un hermano y le dije que me hiciera el favor, que tenía que ir a ver a esta señora y no podía ¿podría ir usted? Y luego me dice, Pastor, cuando llegué venían regresando todos vestidos de negro, la hermana se murió. Me dije: nunca jamás. Por eso cuando ahora usted me dice está enferma mi mamá, ¿podría usted ir a orar por ella? No puedo, pero ahorita va a llegar alguien. Fulano, te vas ahora mismo antes que se muera. Uno nunca sabe cuándo se van a morir los enfermos. Si a usted le dicen en su célula que está enferma doña Amelia, vaya a verla, porque cuando uno siente se muere. Antes que se le muera, vaya. No haga como aquel que decía: no dejes para mañana, lo que puedes dejar para pasado mañana. Haga las cosas hoy. Lo llamo porque estoy enfermo, ahí mismo por teléfono ore, no deje que las cosas se agraven. En un rato, el enfermo pierde conocimiento y ya no está consciente y por eso es que ahora, para tener un pastoreo personalizado, ya con miles de fieles en la iglesia, nos ayudan los líderes de las células, y eso hay que aprenderlo de Jesús. Jesús es el Pastor de pastores, el Príncipe de los pastoreas, Jesús dijo yo soy el buen pastor, y el buen pastor su vida da por las ovejas y Jesús lo demostró.


Jesús nos enseña en Mateo 9:35-39 Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Y si usted da una mirada a las multitudes hoy en la ciudad de Guatemala, ya no digamos en la de Bombay, México, D.F. o de Nueva York o Caracas, en cualquier parte del mundo usted va a ver multitudes, las calles repletas de gente que va y viene, y usted mira el rostro de la mayoría y es un rostro agobiado, están agobiados porque tiene un gobierno que no quieren, porque tienen desempleo, porque tienen sequía y tienen hambre, porque tienen un tránsito tan denso que se tardan tres horas para ir a un lugar en el que normalmente llegarían en quince minutos. La gente está agobiada. Y no solo están agobiados, están desamparados.

Y así como usted mira a la gente caminar, huérfanos, viudas, gente que vive bajo amenazas, gente que sufre extorsión, gente que sufre el dolor por el luto que les produjo la muerte de un ser querido, así Jesús vio a la multitudes, pero tuvo lo que se llama compasión y compasión es ese sentimiento que surge ante el sufrimiento de alguien más, tuvo empatía por el estado emocional de otro y desear aliviar o reducir su sufrimiento. ¿Ha visto así a alguien alguna vez? Usted quisiera aliviar su sufrimiento, quisiera reducir su sufrimiento, pero ¿cómo le hace? El niño se encuentra huérfano, mataron a su papá, eso pasó esta semana. John Medina, optometrista, llega al taller con su carro, espera un repuesto para que se lo cambien, y retirase. Entra un grupo de sicarios a matar al dueño del taller, probablemente no había podido pagar o no quería pagar la extorsión, matan al dueño del taller, matan a John Medina y se queda su esposa viuda, treinta y un años de edad, el hijo de cuatro años. Cuando usted mira esos cuadros, usted tiene que sentir compasión.

Ojalá tuviéramos una viuda de vez en cuando, pero Guatemala tenemos fábrica de viudas, fábrica de huérfanos, salen por montones, los crímenes, los asesinatos, los asaltos, las extorsiones son el pan de cada día y por eso necesitamos esa compasión que tuvo Jesús por la gente, porque estaban agobiadas y desamparadas como ovejas sin pastor. Las ovejas son animalitos lindos, pero bobos. La oveja es uno de los pocos animales que no tiene cómo defenderse, no patea, no muerde. La oveja es presa fácil de los lobos, tiene una visión corta, no puede ver más allá de cinco metros y si está muy lanuda la lana le cae sobre los ojos, menos mira. Y si está muy lanuda y se acerca a un río que no tiene agua de reposo, entonces el agua salta, le moja la lana y se va de trompita, y se ahoga.

Si el Señor contara las vicisitudes con sus ovejas, porque la gente no sabe cómo defenderse, no sabe discernir, la gente necesita a alguien que le ayude, alguien que le advierta, alguien que le guíe y por eso Jesús vio a las multitudes como ovejas desamparadas sin pastor. Cuando tienen un pastor como lo era David con las ovejas, ese pastor se enfrentaba al león y defendía a la oveja, se enfrentaba al lobo y defendía a la oveja. Hay ovejas solteras que son bien bobas, cualquiera se les acerca al oído y se lo endulza y allá van. ¿Qué necesitan? Un pastor que las ampare y les diga: hija, no le conviene. Recuerdo a una que le dije por favor no te cases con este, no sirve para nada. Y se lo dije en la cara del que no servía para nada. Pero se casó, dos años después vino a decirme: pastor, me lo dijo.

Oyes, pero no oyes, ves pero no ves, y por eso son tan importantes las células donde hayan mujeres y hombres mayores, hombres y mujeres con más experiencia que puedan, en un momento dado, decirle a esta oveja boba que no lo haga, y para que no se moje ni se vayan en el río, por eso es necesario trasquilarlas, cuando recogemos los diezmos y ofrendas se les puede hacer un favor, el favor de ser trasquiladas y en el verano estar sin abrigo, es una maravilla. Imagínese usted en Escuintla con abrigo. Exactamente eso pasa cada vez que usted trae sus diezmos y ofrendas usted se refresca y se quita ese calor agobiante que puede destruirlo, porque Jesús dijo: cuídense de la avaricia. Pastoreo personalizado.

Y ¿por qué tengo que diezmar? Ahí le van a enseñar. Y ¿por qué tengo que orar? ahí le van a enseñar. En la célula puede hacer una consulta, tiene a su líder de célula. Ahora tenemos 570 células. He estado en iglesias en Colombia que me han dicho que tuvieron que revisar los controles de sus células, porque pensaron que eran dos mil y se dieron cuenta que eran ochocientas, porque la gente cuando entra hace competencia para ver quién tiene más células, tanto que se inventan los números, y empiezan a decir dos mil células. Cuando usted va a revisarlas ni se reúnen, estamos hablando de 570 células reales que funcionan, que están activas y esa es la manera de pastorear personalmente a las células.

Usted trata de llamar al Pastor Jorge, no lo va a encontrar porque está en Houston o sentado en un seminario, porque el pastor se vuelve adorno de los grandes eventos. Pastor, ¿podría venir al V Foro Regional en Esquipulas? allá va a el Pastor. Pastor, ¿podría venir al segundo Desayuno de Oración Nacional por la Paz? allá está el Pastor. Porque se vuelve un elemento decorativo, por eso hay líderes y lideresas que están ayudando al pastoreo personalizado.

Versículos 37-38 de Mateo 9 Jesús dijo: «La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—.Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo.» Esta es una oración que Jesús nos pidió que hiciéramos. Señor, manda obreros a Tu casa y si usted se pone a decir, ¿qué cree que le va a decir el Señor? Casi siempre se dice Señor, el hermano Felipe es bueno para evangelizar, mándalo a él. La hermana María es buena para aconsejar, mándala a ella. Pero ¿sabe quién quiere el Señor que vaya? Cuesta entender que soy yo. Mire lo que dice Isaías 6: 1-8 El año de la muerte del rey Uzías, vi al Señor excelso y sublime, sentado en un trono; las orlas de su manto llenaban el templo. Por encima de él había serafines, cada uno de los cuales tenía seis alas: con dos de ellas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies, y con dos volaban. Y se decían el uno al otro: «Santo, santo, santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.» Al sonido de sus voces, se estremecieron los umbrales de las puertas y el templo se llenó de humo. Entonces grité: « ¡Ay de mí, que estoy perdido! Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios blasfemos, ¡y no obstante mis ojos han visto al Rey, al Señor Todopoderoso!»

Usted puede ser de labios impuros, puede ser un pecador y al mismo tiempo tener el privilegio de ver a Dios Todopoderoso. En ese momento voló hacia mí uno de los serafines. Traía en la mano una brasa que, con unas tenazas, había tomado del altar. Con ella me tocó los labios y me dijo: «Mira, esto ha tocado tus labios; tu maldad ha sido borrada, y tu pecado, perdonado.» Cuántos podemos decir lo mismo, “tu maldad ha sido borrada, tu pecado ha sido perdonado”. No permitas más condenaciones del diablo mentiroso que viene acusarte de cualquier pecado que cometiste. La Biblia dice 1 Juan 1:7 la sangre de Jesucristo, Su Hijo, nos limpia, ¿cuántos pecados? Yo no sé cuál es su pecado, ¿mató a alguien? Dios lo perdona. ¿Engañó a alguien? Dios lo perdona, pero usted tiene que tener su encuentro con el Señor y Él lo va a perdonar. Tu maldad ha sido borrada, y tu pecado, perdonado. — ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí! ¿Cuántos estarían dispuestos a decirle así al Señor el día de hoy? Usted puede ser un buen líder de célula. Señora, usted puede ser una buena líder de célula. Inscríbase en la Facultad de Liderazgo, prepárese y usted va a ser un buen líder de célula.

Ya no puedo pastorear personalmente a la gente, pero sí puedo delegar autoridad sobre los miembros de la iglesia. Mateo 10:1 Reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar a los espíritus malignos y sanar toda enfermedad y toda dolencia. Es bonito orar por un enfermo y que sane, pero cuando usted tiene que orar por cinco mil, uno por uno, es cosa seria. Y este es el precio que tenemos que pagar los pastores que queremos que la iglesia crezca, delegar autoridad sobre otros, que no vengan a decir el Pastor Jorge me sanó. No, que vengan a decir que el hermano Pedro oró por mí y sané.

Tengo años de oír testimonios de sanidades maravillosas, gente con enfermedades terminales, que son sanadas y yo ni siquiera he orado por ellos, ni siquiera he impuesto manos sobre ellos. Son ustedes lo que creen, porque Dios les ha dado, como Hijos de Dios, autoridad para echar fuerza demonios, para imponer manos sobre los enfermos para que sean sanados, para que hayan milagros Dios lo hace a través de ustedes.

A mí no me interesa que me digan que el hermano Jorge es un sanador, porque no lo soy, el que sana es Dios nuestro Señor, pero ustedes son el cuerpo de Cristo y ustedes tienen esa autoridad, esa unción para orar por los enfermos. Les he contado de aquel capitán del ejército que se convirtió en la iglesia hace muchos años. Recién convertido estaba en su casa en la noche, su esposa gravemente enferma y alcanzó a decirle, úngeme con aceite porque así hacen allá en la iglesia. Se levantó, medio dormido, fue a traer el aceite, la ungió y la señora se sanó, se durmió perfectamente bien y al otro día le dijo que estaba sana, pero matándose de la risa. Y ¿por qué te ríes? Es que me ungiste con champú. Mire hermano, no sé si es aceite, si es champú, si es lodo, lo que sea. Agarre la varilla de aceite de carro si quiere, échele aceite al enfermo pero va a sanar porque es la fe en Dios nuestro Señor la que hace la obra maravillosa de sanidades, de transformaciones, eso es lo que hace Dios nuestro Señor.

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